BIENESTAR

Arte

El arte, en cualquiera de sus expresiones, hace que nuestro interior vuele. Dejar ir nuestra mente y expresar lo que tenemos dentro es también amor propio. 

Siempre he sido una persona que ha amado el arte, en la mayoría de sus expresiones. Amo expresarlo físicamente con mis manos y mi alma, pero también amo que llegue a mí y poder observarlo desde la distancia. 

Las personas que, como yo, realicen alguna expresión artística, sabemos que no hay que presionar. Hay que dejar que llegue y queramos hacerlo. Y, a menudo, sabemos que tarda en volver. 

Eso me ha pasado a mí con la pintura. Tras 3 años sin tocar un pincel, ese deseo irrefrenable de agarrar un pincel, mancharme las manos con acrílico y dejarme llevar ha vuelto a mí.  

Me he sentido feliz, plena, disfrutando de mi mente, de música al fondo y de investigar con colores. 

Y ¿por qué estoy contando todo esto? Porque me he dado cuenta de lo importante que es el permitirse disfrutar con aquello que amas. Darse permiso para dejar ir, para pasarse horas delante de lo que te llena. Vivimos una vez y hay que aprovechar las oportunidades. 

Ya sea en forma de manualidades, con un pincel en la mano, dibujando con papel y boli, disfrutando del cine, de una buena lectura … sea como sea entrégate al arte. 

El arte es ese gran amigo que está siempre ahí para inspirarte, acompañándote durante toda tu vida, sin cansarse de esperar a que vuelvas a él. 

Con cariño, 

Ana 

CONTROL Y GESTIÓN DE LAS EMOCIONES

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En esta situación en la que nos encontramos todos, este estado de confinamiento en casa, es común que no podamos controlar las emociones como lo haríamos en una situación normal; aunque también es un buen momento para parar y empezar a hacerlo. 

No hay emociones negativas o positivas, hay emociones más agradables, más incomodas, pero todas y cada una de ellas son útiles y necesarias para la supervivencia. Hay muchas emociones, entre las cuales están: alegría, tristeza, miedo, ira …  

¿Dirías que la tristeza es negativa? A priori sí, y es lógico pensar así.

Pero aguarda un segundo, para y piensa en lo positivo de sentir esa emoción; quizás si nos centramos en el por qué nos sentimos tristes podamos llegar a una manera para apartarla, que no eliminarla, y si llegamos ahí nos esperará una emoción más agradable: por ejemplo, la alegría. 

¿Ahora dirías que es negativa o útil? 

Pues en esto se centra este post, en darte pequeñas claves para saber identificar las emociones más incómodas, focalizarte en ellas y poder utilizar nuestra inteligencia para abrir paso a las más agradables.  

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-Observar. 

-Focalizar. 

-Simplificar. 

• Observar: a menudo y más en estos momentos las emociones nos invaden como una gran ola que nos llega sin que podamos evitarlo. De acuerdo, ya que no podemos evitar sentir emociones, vamos a parar. Paremos unos segundos, cerremos los ojos y observemos qué está ocurriendo. Observemos qué sentimos y cuál puede ser el motivo. 

• Focalizar: de acuerdo, hemos observado y vemos que siento diez mil emociones al mismo tiempo; pero tenemos que focalizarnos en cuál de ellas nos está removiendo más que otras, esto pasará especialmente si es una emoción que nos perturba. Centrémonos en ella, que es la que queremos apartar. 

• Simplificar: Nos hemos centrado en esa emoción específica y ahora le toca el turno a nuestra inteligencia para dejarle actuar; sabemos que esa emoción nos perturba y trae consigo pensamientos negativos, con lo cual es un gasto enorme de nuestra valiosa energía; la apartamos, le agradecemos su presencia porque hemos aprendido algo con ella y la dejamos ir, dándole paso a una emoción llamada: satisfacción. 

Hay técnicas y ejercicios diarios muy útiles para usar en estas circunstancias, que te harán posible poner en práctica estas tres claves; de esos ejercicios os hablaré en otro post.  

Gracias por leerme, un abrazo fuerte. 

Ana